Desahogo

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El universo me regaló el más duro de los maestros, un alquimista de tiempos, un matematico loco, un angel despiadado, inflexible, orgulloso, con problemas de enfoque de ego, lleno de prejuicios; y aun asi, si tuviera que nacer de nuevo sin duda le eligiría a él nuevamente. Y es una pesada mochila, tener un maestro masculino, si fuese más dulce quizás eligiría una wicca de siglos pasados, si fuese más humilde aceptaría a la maestra que tengo en casa, le buscaría y le escucharía durante horas, sólo para descubrir que es espejo de mi propio reflejo. Si fuese alada obedecería al viento, si reptara me aferraría a la tierra, si mutara a salamandra escucharía a mi amigo el fénix con más fuerza, pero hecha estoy con escamas y en vez de alas poseo aletas.
Me he visto a mi misma danzar en sueños contra la corriente, y no tengo remedio, no me conformo con nada y nada me posee si no se funde en mis anhelos. Peleo con karmas de vidas pasadas que se apegan a mi como dementores, los enfrento, gano, y luego me ahogo nuevamente, porque mi oceano es profundo y absorve como agujero negro. Y no se que será, que mi lengua aguda es como filo de catana y no logro guardarla bajo siete llaves en su caja de pandora pues camina más rápido que mis propios pensamientos, y retumban las paredes cuando trueno, y las serpientes se muerden la lengua inyectandose su propio veneno. Me aburro del ser humano, me vuelvo una víctima de mi propia misantropía. Y me canso de vivir reprimiendo el delirio mesianico, de morir esculpiendome en sueños utópicos. Y me recriminan por sedicia, me reclaman por hippie, me amedrentan por hablar sobre elefantes blancos que cuelgan en mi alcoba, pero no me conocen. Al fin y al cabo ¡¡¡¡MIERDA!!!! que dificil es alumbrar el sembrado y no quemar las cosechas.