Y con
miedo a revelarme a mi misma.
Regresé al lugar de partida, como
quien regresa a casa cansado,
como
quien fuma
no por ansiedad si no por
remordimiento.
Y sin miedo, y sin pasado, y sin
futuro.
Y cómo me arrepiento.
Y cómo no me arrepiento.
Y cómo duele.
Y cómo ya nada duele nada de nada.
Y cómo los veo brillar
Y cómo me voy apagando
Y el cigarro que se muere en el cenicero.
Y ella que muere a tu lado.
Y tú que te mueres con ella.
Y siempre, siempre, la sensación,
de que se pudo hacer algo más.
Y no se hizo.
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