domingo, 20 de mayo de 2012

Belloto







Donde ayer hubo eucaliptos y hubo greda
Hoy hay cemento y se instala un mall.
La carretera sur que me alejó del cerro
También se llevó las vacas que bajaban a pastar.

Las caritas pintadas para asustar
En tiempos que nadie celebraba noche de brujas
Se pusieron palidas y se deformaron
Al ver la deuda que les regaló Paulmann
Cuando instaló su monopolio
Donde antes habían niños aprendiendo a andar en bici
Donde habían canchas de tierra,
Como de tierra era la calle en la que me rompí la rodilla
Que siempre guarda esa cicatriz de recuerdo.

Pero yo no pensé que estaba tan vieja
Hasta que vi morir a la más pequeña de la cuadra
Con la que recogía flores de vereda para mi mamá,
Cuando aun había mamá y flores en las veredas.

Las calles de Belloto estaban tan llenas de barro
Que mis zapatos negros eran siempre cafés
Y más de una vez me corrieron a palos
De las casas de mis amigas o del colegio
Porque tenía tierra, Porque tenía piojos,
Porque tenía pulgas, Porque tenía miedo,
Porque tenía rabia, Porque tenía hambre,
Porque no tenía hogar.

Crecí aquí, a pasos de tu casa
Desde mi ventana se ve tu calle
A la vuelta de la iglesia en donde
Me agarraba a gritos para no entrar
Porque no entendía porque el cristo
En el que yo tiernamente creía
Estaba muerto y clavado en una cruz.

Crecí aquí, ajena a tu existencia
Desde el mismo lado del sol
Mirando la misma luna con amargos ojos
Extrañando las mismas cosas que tendremos solo en sueños
O en futuros tan alternativos como este en que te nombro
Y ya te vuelves un ayer.

Crecimos juntos en tu imaginario y en el mio
y nos conocemos hace más vidas de las que alcanzo a contar.

Tuvimos familias de papel, sí, y tendremos familias de papel,
Pero jamás tendremos un hogar.

A lo más un poco de barro en los zapatos,
Soles abrasivos, viento de Mayo,
Este pedazo de tierra que a nadie le importa
y que se lo está devorando el progreso
Pero que aprendí a amar gracias a ti.

Este Belloto triste y arrebolado
Donde queda un sólo árbol de belloto
Pero uno tan grande y poderoso
Como una gran casa en el bosque
Capaz de acogernos a los cuatro
Y cualquier vagabundo hijo del polvo
Que tenga un perro y venga a pedirnos un trozo de pan.


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4 comentarios:

Angel Colombo dijo...

Te necesité tanto a los 15 años, a los 18... era asunto de cruzar la calle y caminar por calles donde aprendí a andar en bicicleta, por donde montones de veces caminé sin sentido, que para ti eran mudas, que yo siempre supe sus nombres y apellidos...

María Francis dijo...

Triste que el esfuerzo de nuestros cuerpos por vivir bajo esta mierda de sistema, sea pagado con cemento y falta de aire.

Moonchild dijo...

Me necesitas aun?

Angel Colombo dijo...

Toda la vida