Too much love will kill you

Parece ser un tiempo en el que todo se desmorona, en el que todos nos desmoronamos.
Las piezas caen una a una. Generalmente me divierte verlas caer, porque yo soy parte de ellas, pero no es tan divertido cuando es uno el responsable de que cayeran.

No tengo nada que ocultar.
Bueno, quizas un par de cosas, despues de todo: todos tenemos cosas que ocultar.
(Incluso tú, que me lees pensando: no, yo no)

Me he acordado harto de la Maga de Cortazar, y me acordé porqué no quize terminar de leer Rayuela. Y me dio pena. Me dio pena ser la Maga y me dio pena ser Oliveira.
Y me dio pena darme cuenta porqué él no se queda con ella ni en el libro, ni en la vida real.

Pero al fin y al cabo lo entendí ¡¡Por fin lo entendí!! Y por eso se me hace más facil olvidarlo todo, al final no importa... los fantasmas son sólo eso: fantasmas.

Y yo he sido un fantasma en muchas vidas, a veces ni siquiera un fantasma, más bien su sombra, quizás es eso lo que aun no me perdono, reclamar tanto sobre aquellos que no se quedan, siendo que soy yo la primera en largarse.

Quizás tampoco nunca me importó quedarme, y sólo esperaba que ellos pasaran a través de mí como si fuese etérea, o que me mirasen de frente sin atravesarme; como un a un espejo, porque siempre me han gustado mucho los espejos, pero se me olvidaba que si los rompes te traen siete años de mala suerte, y se me olvidaba, que si recoges los pedazos rotos del suelo te cortarás los dedos.

Quiziera decir tantas cosas, porque he visto sus caras y también me he visto reflejada en todos ellos, los que hoy aquí dirán: quizás habla de mí, quizás habla de él, quizás habla de ti,
¡pero yo hablo de mí!

¿Y que será de mí?

Bueno, eso lo dirá el destino, yo ya jugué mis cartas
(y las sigo jugando).

Al final el resultado es siempre el mismo: Mueres en el amor o mueres en el desamor.

¡¡Pero si ya entraste en el juego morirás igual!!

Too much love will kill you...anytime.
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