viernes, 9 de octubre de 2009

Elegía





Yo quiero ser llorando en hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas,
compañero del alma tan temprano.
Alimentando lluvias, caracolas
y órganos mi dolor sin instrumentos,
a las desalentadas amapolas
daré tu corazón por alimento.
Tanto dolor se agrupa en mi costado,
que por doler, me duele hasta el aliento.

Un manotazo duro, un golpe helado,
un hachazo invisible y homicida,
un empujón brutal te ha derribado.
No hay extensión mas grande que mi herida,
lloro mi desventura y sus conjuntos
y siento más tu muerte que mi vida.
Ando sobre rastrojos de difuntos,
y sin calor de nadie y sin consuelo
voy de mi corazón a mis asuntos.

Temprano levantó la muerte el vuelo,
temprano madrugó la madrugada,
temprano estás rodando por el suelo.
No perdono a la muerte enamorada,
no perdono a la vida desatenta,
no perdono a la tierra ni a la nada.

En mis manos levanto una tormenta
de piedras, rayos y hachas estridentes,
sedientas de catástrofes y hambrienta.
Quiero escarbar la tierra con los dientes,
quiero apartar la tierra parte a parte
a dentelladas secas y calientes.
Quiero mirar la tierra hasta encontrarte
y besarte la noble calavera
y desamordazarte y regresarte.

Volverás a mi huerto y a mi higuera
por los altos andamios de las flores
pajareará tu alma colmenera
de angelicales ceras y labores.
Volverás al arrullo de las rejas
de los enamorados labradores.

Alegrarás la sombra de mis cejas
y tu sangre se irá a cada lado
disputando tu novia y las abejas.
tu corazón sea terciopelo ajado,
llama a un campo de almendras espumosas
mi avariciosa voz de enamorado.
A las aladas almas de las rosas
de almendro de nata te requiero
que tenemos que hablar de muchas cosas
compañero del alma, compañero.


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Poema de Miguel Hernandez para Ramón Sijé.
Posteriormente musicalizado por Joan Manuel Serrat.
No puedo creer que ya sea un año desde tu muerte, Maureen.
Siempre te extraño.

2 comentarios:

Un Mono Mas dijo...

La eternidad vive en el recuerdo de los que se deja atrás.

Por eso, no me cabe duda, ella está danzando con los Dioses, bebiendo y comiendo del Hara inmortal.

Alegría es lo que ella querría para vos, no olvides regalarle una sonrisa de cara al viento, y con los brazos y manos extendidas recibir la respuesta.

"El destino de un hombre es sólo el destino de un hombre.
La vida no es más que una ilusión"
[Proverbio Japonés]


Abrazos a todos :)

HADALUNA dijo...

Me suena de cuando nos hacían aprender estrofas en el colegio.
Sinceramente ahora me gusta más que por aquella época.

Besitos dulces.