lunes, 3 de agosto de 2009

Hoguera




Se derritió mi escudo en el fuego de tu lumbre

Y mi espada se quebró al contacto de tu pecho

Yo los construí con la paciencia de un obrero

En las ramas de un espino, en el hielo de una cumbre

Con esmero los labré y los moldeé todo de hierro

Escondiendo sentimientos de algún bárbaro embustero

Me enfundé con mi armadura para huir de todo mal

Disfrazando esa amargura con resguardo de metal

Pero olvidé cubrir mis ojos ante corazón de madera

Y mis armas se fundieron al calor de tu humareda

Se disolvió todo el metal que me envolvía por entera

Esparcido está en el suelo de tu tierra cazadera

El invierno se me ha vuelto una brillante primavera

Se deshizo mi camino de ave errante y pasajera

Pues mi alma hoy se ampara en la danza de tu hoguera.


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1 comentario:

Anónimo dijo...
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