jueves, 17 de septiembre de 2020

Corduroy

 Me pregunto cuánto hemos perdido en el camino a hacernos mayores.

Miro hacia atrás y siento una brisa imposible de identificar, un niño interior vibrando, pero que no muestra su rostro real.

Por estos días siento que este ha sido uno de los mejores años de mi vida adulta y cada vez me acerco más a ser quien siempre quise ser, la felicidad está en mí y la plenitud la siento en la yema de los dedos.

Pero qué fue lo que dejé atrás que aún resuena entre las copas de los árboles? 

Acaso será que ya perdí el asombro? 

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