domingo, 3 de febrero de 2013

Oura


Nada puedo ofrecerte
nada que no esté corroido.
Mis alas se desintegran
como lluvia iracunda sobre el mar.
No hay cronología
relativizamos el aire,
vamos, venimos
huimos llorando
volvemos muriendo
¿de risa?
Nos escondemos en un sueño de terceros
para encontrarnos
lejos de nosotros mismos
No retorno. No final.
Somos caleidoscopios
persiguiéndose en círculos concéntricos.



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