lunes, 18 de mayo de 2009
Como árboles (Benedetti)
Quién hubiera dicho
que estos poemas de otros
iban a ser
míos
después de todo hay hombres que no fui
y sin embargo quise ser
si no por una vida al menos por un rato
o por un parpadeo
en cambio hay hombres que fui
y ya no soy ni puedo ser
y esto no siempre es un avance
a veces es una tristeza
hay deseos profundos y nonatos
que prolongué como coordenadas
hay fantasías que me prometi
y desgraciadamente no he cumplido
y otras que me cumplí sin prometérmelas
hay rostros de verdad
que alumbraron mis fábulas
rostros que no vi más pero siguieron
vigilándome desde
la letra en que los puse
hay fantasmas de carne otros de hueso
también hay los de lumbre y corazón
o sea cuerpos en pena almas en júbilo
que vi o toqué o simplemente puse
a secar
a vivir
a gozar
a morirse
pero además está lo qe advertí de lejos
yo también escuché una paloma
que era de otros diluvios
yo tambén destrocé un paraíso
que era de otras infancias
yo también gemí un sueño
que era de otros amores
asi pues
desde este misterioso confín de la existencia
los otros me ampararon como árboles
con nidos o sin nidos
poco importa
no me dieron envidia sino frutos
esos otros están
aqui
sus poemas
son mentiras de a puño
son verdades piadosas
están aqui
rodeándome
juzgandome
con las pobres palabras que les di
hombres que miran tierra y cielo
a través de la niebla
o sin sus anteojos
también a mí me miran
con la pobre mirada que les di
son otros que están fuera de mi reino
claro
pero además
estoy en ellos
a veces tienen lo que nunca tuve
a veces aman lo que quise amar
a veces odian lo que estoy odiando
de pronto me parecen lejanos
tan remotos
que me dan vértigo y melancolía
y los veo minados por un duelo sin llanto
y otras veces en cambio
los presiento tan cerca
que miro por sus ojos
y toco por sus manos
y cuando odian me alegro de su rencor
y cuando aman me arrimo a su alegría
quién hubiera dicho
que estos poemas míos
iban a ser
de otros.
.
.
.
.
Brindo hoy por ti y por tu partida, Mario,
en donde estés, exito en tu camino y estrellas a tus pies.
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7 comentarios:
Veo que tú también pusiste en su lugar a Alber Vázquez, jeje. Muy bien hecho. El tipo es escritor, aunque bastanta hablador también.
Pero bueno, lo importante es no caer en cosas tan banales ahora mismo, sino recordar a Benedetti tal como él fue, tal como esa idea, quizá ilusoria y utópica, de un hombre justo y valiente, que ha hecho tanto por tantas generaciones.
Un abrazo en estos tiempos nublados.
lo vamos a extrañar, él tenía los sueños arraigados,
y la visión humanitaria en el pulso.
besos Re.
nos va a hacer falta el compañero este...
ojalá murieran los imbéciles
no cacho a Benedetti, me declaro ignorante. una pena que muera gente valiosa. en latinoamerica faltan pensadores inteligentes y sobrán los q hacen de la denostación un arte.
me gustó el q publicaste de él, así q voy a buscar más, ah ver q nos contaba su pluma.
abrazos a su familia y en especial al enano.
Su luz sigue y seguirá viva en los fragmentos de taciturno encanto de la pasión escrita...
gracias por compartir este pequeño instante del mágico sendero de las letras de un gran hombre...
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