Este silencio grita con nudos de garganta y fuerza desmedida
Grita como ladra el perro y como llora el sauce de cormoranes
Habla con el viento y reniega al destino maldiciendo su suerte
Rebota en el tiempo y vuelve en mosaicos de ecos silentes
Se pudre en mi laringe como la carne a medio lecho en plena muerte
Vomita desiertos, se muerde la lengua y se envenena
Es ouroboros en carne viva entregándose a su condena.
Sigilo desnudo encadenado a su cruz y de cara al olvido
Su propio verdugo amordazado que enfrenta el suicidio
Este silencio blasfemo que no nos pertenece ni en quimeras
Agonizante se vuelve a tu hara y cuestiona tu estratagema
Dime tú si es el ocaso o es la luz de un nuevo día
Dime tú si es el sol que se esconde tras de diana
Si es acaso belcebú conspirando en tu poesía
O el crepúsculo taciturno de tu voz ya sofocada.
4 comentarios:
los dos ultimos me dieron un poco de escalofrios...
salu2.
STJ.
KORITFW!
No es el silencio lo que hiere, sino los gritos callados. Esos envenenan las ganas de vivir.
Angustiante, bello, doloroso...
Pasando a saludar.
"Dime tú si es el ocaso,o es la luz de un nuevo día".Buena interrogante,hermoso trabajo.
Saludos.
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