Estás en la cama, tu pie izquierdo intenta mecer la cuna de tu hija, sabes que en unos minutos volverá a despertar, pero se calma al saber que tú, su mamá, fuente de amor, calor y comida, está ahí, que no se ha ido a ninguna parte, lejos de ella: centro del universo. Tu pie derecho trata de rozar la pierna de tu amado, quien, aunque te adora con la vida, se voltea al otro lado de la cama, porque tu pie le dio calor, o frío, imposible saber.
Son las dos de la mañana y en unas horas debo estar en pie, preparar desayuno, mandar a amado a la ducha, levantar a niño, dejarlo listo para el colegio, volver a acostarme y cuando ponga mi cabeza en la almohada, bebé va a despertar, porque los bebés tienen un radar que les indica que apenas la mamá quiere descansar hay que llorar y no permitírselo por nada del mundo.
Así que cuando bebé crezca y me pregunte ¿Qué es el amor? Yo le diré que amor es marzo, a fines de verano.