martes, 10 de septiembre de 2013

Los Cuatro Ritmos


La lluvia de colores en las papilas gustativas
aumenta la libido elevada a la potencia solar,
nuestras miradas coqueteando con la risa
producen la cosquilla que viaja en la sangre,
lentamente el cuerpo responde a la sinfonía.

Ambas vibraciones se desaceleran y se unen
uno a uno marcando una secuencia acompasada,
nivelando hacia un movimiento envolvente
que entra y que sale, que entra y sale
variando entre el murmullo y el grito.

Nos movemos en una energía ascendente
bailando la danza instintiva del éxtasis,
la pulsación emocional rompe el metrónomo
nos suspende en el principio de convulsión
nos suspende en la ecualización del alma.

El movimiento secuencial interactúa jugando
a medir el tempo del latido unificado
como quien se transforma en filarmónica sideral;
cada gemido, cada jadeo, cada golpe, cada salto
se ecualiza en la armonía sincrónica latente,
se transforma en silencio ensordecedor.